domingo, 18 de diciembre de 2011


La Política y los hologramas
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   - Un holograma es una imagen tridimensional.
       -  Procesada e iluminada adecuadamente, la imagen aparece saliendo de sus límites, hacia afuera y/o hacia dentro de su marco.
     - Variando la posición del observador se pueden obtener diferentes perspectivas del objeto holografiado.
         - Es tan asombroso, que es difícil resistir la tentación de tocarlo (http://www.cienciapopular.com/n/Tecnologia/El_Holograma/El_Holograma.php)

A pocas horas de la asunción de las autoridades electas, no está de más sumar algunas ideas que se transforman en certezas con el correr de las horas. Una de ellas, fundamental, es la del entronizamiento de La Política en la escena nacional. Obviamente, no cualquiera.

Ha sido La Conducción quien sigue marcando el camino, estableciendo las bases sobre las que se edificarán las acciones futuras. Sólo Ella es la que diseña la alternativa;  los otros, espectadores expectantes, miran cómo fluye la historia. Sólo algunos, también desde adentro, se atreven a inquirir al Destino, oráculo o no por medio: cómo subirse al camino en aras del beneficio propio.

Están los que creen que es necesario aparentar lo que no son. Es tan preciado parecer ser peronista, tan retributivo (pero tan difícil). Pareceres… No son, ni querrían ser (porque les repugna), toman formas, intentan (pero no pueden; su clase no se los permite, son rubios de ojos celestes, cuadrados, con aristas filosas, algunas veces cuidadosos de las formas que encubren sus reales intenciones), pero no pueden soslayar lo que son: el proyecto de la Oligarquía de hoy. Su máximo cultor: hijo subestimado por su padre, pero hijo merecedor de su padre: el niño Mauri. El verdadero enemigo. No es un tonto, se hace… El sabe, como cultor de la misma, que sólo su imagen es importante, es un Partenón de cartón que encierra lo imposible de mostrar.

También, hay otras imágenes, similares a las anteriores, aunque más complejas de desentrañar… Son aquellas que se autoproclaman ser, que ya adoptaron las formas pertinentes para ser aceptados, pero que no conculcan con los fundamentos. Esos pareceres también dependen en forma absoluta de su imagen construida, justamente porque están convencidos de que es la única construcción viable. No les complica mutar su imagen, adecuarla al momento. No obstante, son imágenes porque no pueden construir política,  aunque quisieran. En definitiva, no pueden ser por más que lo pregonen.

Por último, hay imágenes que duelen, que muestran nuestras contradicciones y falencias. Son pareceres degradados o caricaturescos, imágenes especulares deformes; son los que repiten metódica y monótonamente, como letanía, las “verdades peronistas”, descontextualizándolas, volviéndolas vacuas. Pocas, hasta pueden ser queribles por algún rasgo sado-masoquista que anida en los argentinos. Sin embargo, y a pesar de que algunas han construido política, tampoco son asibles hoy, porque no pueden contra el sentido de la direccionalidad del tiempo. Puesto que a pesar de su retórica, de sus citas, no entendieron a Perón cuando en su Manual de Conducción les explicara que cada hecho es único e irrepetible en la Historia, que a cada instante un Conductor debe responder desde su creatividad. Porque no pueden, dado que no existe en ellos el “óleo sagrado de Samuel”.

En pocas horas, La Conducción hechó por tierra con todos los planteos críticos por derecha y por izquierda, de ajenos y propios. En su impronta, y en menos de una semana, ejecutó la política que había delineado a través de decisiones concretas, audaces. Milita todo el día, construye el relato a cada instante. Cada hecho lo refrenda con la explicación pertinente. Es la Política en acción.

Enfrente, y cerca también, están los hologramas.

Jorge Etcharrán

martes, 20 de septiembre de 2011

Cristina y la nueva transversalidad


Hace un algo más de un mes se generó un hecho político que puede marcar los próximos años de Argentina y de la nueva expresión del movimiento nacional y popular, cuyo eje es la expresión del Peronismo en el siglo XXI, el Kirchnerismo.
Es indiscutible que el Peronismo es el ámbito en el cual se resuelven, para bien o para mal, las contradicciones de la sociedad argentina. Condición que se cumple, salvando algunas excepciones, desde 1945 a la fecha.  Una de los requisitos para que se cumpla la condición es la constatación de una Conducción definida, construida, y sustentada por los sectores populares del país.
Los contendientes que se presentaron en las “primarias” como Peronistas sumaron el 70 % del electorado, lo cual podría inducir a conclusiones equívocas. Cristina obtuvo el 60 % de esos votos; por lo tanto, hubo un 40 % de votos seducidos por candidatos que se autodefinen como peronistas no kirchneristas.
Esta división, que se perfilaba desde el enfrentamiento con los sectores agrupados en la Mesa de Enlace, ha terminado de delinear una nueva realidad, ante la cual La Conducción ha ratificado su decisión de “generar” transversalidad en detrimento de los que opinaban como imprescindible el abroquelamiento dentro de la estanqueidad movimientismo/peronismo.
A partir del 14 de agosto se configura una nueva transversalidad, en la cual Cristina amplía el horizonte de aquella vertebrada en el 2007, y lo hace a través de una práctica peronista esencial, la de la inclusión. Todas las políticas del gobierno nacional tienen esta centralidad distintiva.
La representación no sólo alcanzó a la mayoría del Peronismo, a los sectores nacionales y populares no peronistas, a gran parte de la centroizquierda y el progresismo, los cuales formaban parte del conjunto que la acompañara en el 2007; sino que también sumó a sectores medios autodefinidos como políticamente “independientes”, sectores que han tenido una tendencia histórica de voto de centro o centro-derecha. No es precisamente el perfil de los votantes de Macri, sino que es un conglomerado de individuos de sectores medios desencantados con las expresiones políticas afines con sus ideologías y sus propias experiencias. Más allá de la constatación del posicionamiento de los colectivos políticos, es necesario destacar la importancia del impacto de la experiencia kirchnerista en muchos jóvenes. Es una nueva transversalidad que, como tal, es heterogénea, diversa.
Esta construcción reconoce un eje discursivo estructurante, “un relato”, de múltiples facetas; pero que permite delimitar un “nosotros” y un “ellos”, representado en un antagonista no político-partidario. Néstor y, ahora, Cristina han logrado que se identificara la real jefatura de la oposición. Si el antagonista es el Jefe del oligopolio mediático Clarín y su socio menor, queda en claro que el Kirchnerismo se reserva para sí la Política. Los candidatos de la oposición no tienen ni han construido liderazgo hasta el momento. Si en 1945 fue Braden o Perón, hoy la contradicción se sintetiza en Cristina o Magnetto.
La esperanza de la derecha (peronista y antiperonista) ya tiene nombre y el centro-derecha “progresista” esboza una alternativa. Macri y Binner competirán o confluirán, nadie lo sabe, tampoco hoy importa.
Lo que sí importa, y debemos asumir los peronistas que nos sentimos parte de este proyecto nacional y popular, es que tenemos una Conducción definida, construida, y sustentada por los sectores populares del país, y que La Conducción está edificando una nueva transversalidad para profundizar el modelo dejando de lado espejismos de unidad inexistentes. Más aún deben asumirlo aquellos compañeros que se sientan con los atributos para seguir construyendo camino en el futuro…
No hay dudas, nunca se vuelve al pasado; ni tampoco es conveniente coquetear con él, suele ser lapidario.
Jorge Etcharrán

miércoles, 22 de junio de 2011

A unas horas de la decisión de La Conducción

Como desde hace siglos, dos Argentinas que se enfrentan,
Como desde hace siglos, el litigio irresuelto en el territorio irredento,
Una vez más, la certeza de la batalla próxima… nuestra resignificación.
Fuimos la generación de emergencia que faltó a la cita,
tal vez, porque los mejores ya no están…
La misión es ayudar a construir el puente,
entre los que nos vamos y los que llegan…
Hay una sola opción.
Hoy fue ratificada en las palabras,
mañana en los hechos y, en años, en los libros…
Ya está definida mi trinchera, contorneada años atrás,
la reconstrucción del Estado,
la planificación y su gestión,
la salud de mis compañeros más castigados,
la meta de la Justicia Social,
la educación pública,
la universidad nacional, autónoma, cogobernada…
Aquí estoy, como hace tiempo…

Cuente con tantos, conmigo también,
Es tan lindo sentir que Usted es la Conducción.
Pa´ lo que guste mandar, será un honor…

Jorge Etcharrán