jueves, 3 de mayo de 2012


A horas de una decisión que ratifica la recuperación de Soberanía:

¿Quién podía imaginar este momento hace un año atrás?
Este escenario tenemos que valorarlo en el contexto que se da.
Las decisiones de La Conducción están fuertemente direccionadas desde que asumiera su segundo mandato. A saber:
  • Ø  Modificación de la Carta Orgánica del Banco Central. Soberanía Económica
  • Ø  Reclamo por los territorios irredentos del Atlántico Sur. Soberanía Territorial
  • Ø  Recuperación de YPF. Soberanía Energética

Estas tres decisiones marcan políticas de Estado, que trascenderán el propio mandato de La Conducción, todas ligadas a la soberanía real, no sólo lo territorial. Diferencia absoluta con los planteos nacionalistas tradicionales: no hay política soberana sin manejar los resortes económico-financieros y los recursos energéticos.
Este segundo mandato, lejos de atenuar el modelo inaugurado en 2003 lo profundiza e institucionaliza. No hay pragmatismo, hay institucionalización de un modelo.
Si se analiza el mensaje claro de La Conducción del viernes pasado, entenderemos que no es posible una institucionalización del modelo si no se lo asegura en el mediano plazo. Es por ello que es inexorable un proceso de trasvasamiento generacional que lo sustente en el tiempo, unidad y organización. Lo cual implica la consolidación de una construcción política, una nueva transversalidad, donde los jóvenes que se han sumado en esta etapa encuentren un canal de inserción concreta tanto en lo político como en la gestión del Estado. Esa construcción es la que acompañará y asegurará la posibilidad de plasmar el modelo en una Constitución acorde con sus principios fundamentales.
Tal vez, aquí se generen las presunciones y, por ende, los equívocos.
Todo indicaría que La Conducción, por su historia y por lo que viene sosteniendo, no forzará una Reforma Constitucional con el objetivo de un tercer mandato; pero sí modificar los presupuestos liberales de la Carta Magna del 1853 sostenidos en la Reforma de 1994, a través del Pacto de Olivos.
De ser así, quedarían dos temas claves a dilucidar: ¿Quién es capaz de suceder a La Conducción en esta construcción? Y, por último, ¿estamos ante la conformación de un nuevo Movimiento Histórico?
No angustiarse compañeros, mañana festejemos donde nos toque estar, son momentos históricos, plenos de dignidad. Y pensemos que en la construcción se irán acomodando los tantos. En última instancia, tanto Néstor como Cristina han construido transversalidad desde una lógica peronista.

Jorge Etcharrán