lunes, 21 de diciembre de 2015

Las plazas recientes y las nuevas asignaturas

No han pasado catorce días, ni dos semanas se han cumplido, y se ha retornado a “la calle”. Esa calle que se había perdido por la tibieza, la escasa osadía, de los que tenían que tomar la posta.
Primero fue en la Plaza de Mayo y luego, a los dos días, en la Plaza del Congreso, por el intento de avasallamiento de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual y la designación de Jueces en la Corte Suprema de la Nación a través de los denominados decretos de necesidad y urgencia (DNU).
Y ayer, domingo 20 de diciembre, Axel Kicillof convocó a varios miles de personas en el Parque Centenario, a través de redes sociales, boca a boca…
Sin embargo, estas plazas fueron continuidad de otra Plaza de Mayo, en la que una Presidenta luego de ocho años de mandato cumplido, y a través de una convocatoria militante, se despidió de una multitud pocas veces vista.
La reunión del domingo, cuasi estival, con temperatura elevada, tuvo un rasgo particular, el  Ministro de Economía de la Nación saliente puebla una plaza pública, la cual comienza a erigirse en la futura meca de las asambleas Kirchneristas en la ciudad Capital.
La energía acumulada debe canalizarse, sin impulsos organizativos voluntaristas cristalizadores; todo lo contrario, se la debe proteger para que se esparza y se multiplique sin que pierda su fuerza.
Hay liderazgos nuevos… que pueden llegar a ser novedosos; pero hay que caminar, militar… Para pensar y reformular las demandas de los sectores nacionales y populares; que son otras a las que existían en el 2003, en el 2007 y en el 2011.
Porque más allá de las similitudes (casi calcadas) con las políticas de los años 90, el recién llegado gobierno neoliberal tiene “experiencia”, sabe que no puede cometer los errores de otros. Por lo tanto, es prioritario descifrar las demandas que no supimos entender en la campaña electoral; pero también, avizorar las que se generen por las medidas que implemente el gobierno de Macri.
Y sabemos que su plan derruirá Argentina, y no será cuándo surja la protesta social pues ese será el desenlace no deseado; el proceso ya está en marcha y no se detendrá puesto que son dogmáticos, todos los neoliberales lo son. La quimera limitada de ser “el supermercado” del mundo encubre el ansia desmedida de la plutocracia de los exportadores de commodities, los bancos y la oligarquía terrateniente, siempre presente en este tipo de políticas.
Estas serán las asignaturas que deberemos afrontar y superar.
La única certeza es La Conducción.

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